sábado, 21 de noviembre de 2009

El rumbo de tus pasos

Han pasado exactamente tres semanas desde que emprendí una nueva vida más tuya que mía. Los primeros días estabas tan dentro que todo eras tú, hasta creía reconocer tus gestos en los rostros de quienes se cruzaban conmigo. No entendía nada, simplemente me sentía como un balón apunto de estallar, como si me hubieran inflado demasiado del aire que respirabas y temiese que las costuras cedieran de un momento a otro.

Me sorprendía a mí misma diciendo tu nombre en alto, no sé si con la esperanza de que aparecieras o con la intención que al hacer consciente tu presencia pudiese por fin conciliar el sueño. Y es raro por tantas cosas que necesito tiempo para procesar, para reencontrarme, para no creer que mi recuperación depende sólo de ti, para darle una oportunidad a la distancia, a esa que dicen tiene el poder de enfriar y aplacar los ánimos.

Y no sé por qué, en medio de esta tormenta sentimental tan esperada después de años de sequía, sólo se me viene a la cabeza una canción que me recomendó mi madre, hortera como pocas... tan yo en mi adolescencia... Quizá tenga que ver esta reciente regresión en el tiempo... y es que hace diez años empezaron muchas cosas sin yo saberlo.



Sea como sea, sabiendo que no te conozco y que puede que todo sea producto de mi imaginación, no sabes lo bien que una se siente precisamente volviendo a sentir, aunque sea sin y con, sin ti y contigo, sin esperanza y con límites. Gracias.

2 comentarios:

Laura dijo...

¡Gracias por volver!

Pasión Vega puede sorprender a veces con sus canciones... ¡a mí no me parece hortera!

I love her dijo...

Primero perdóname por irme sin despedirme el otro día por el msn. Es que la conexión la tenía fatal ese día. Qué tal llevas la 3º semana en Andorra? La distancia siempre es dura. Siento mucho que ahora estés pasando por una mala época. Estoy aquí para lo que me necesites.

Un beso