domingo, 13 de diciembre de 2009

Ni una simple melodía

Cuando me bloqueo y no puedo escribir siempre encuentro las palabras en las letras de otros, raras veces en poemas, algunas de ellas en fragmentos de algún libro y la mayoría en canciones, y eso es lo que llevo haciendo los últimos días: buscarte, buscarme... buscarnos.

Tienes el poder de paralizarme por completo, no soy capaz de encontrar ni una frase ni una simple melodía que me llene, que me parezca suficiente. Las descarto por horteras, por faltas de ritmo, por inexpresivas, por exceso o por carencia. Recojo retales de aquí y allí, de “hartículos” de Risto, de temas de Ricardo Arjona o de Sabina (que siempre han estado más cerca de mí que yo misma), de películas como “Princesas” o “El diario de Noa”, de novelas varias... Intento darles forma, entrelazarlas, buscar un punto común... pero nada.

He llegado a la conclusión que por primera vez nada de lo que pueda sentir esta escrito de antemano, quizá simplemente no se puede por aquello de la mierda de la limitación del lenguaje o puede, que al fin y al cabo, estas cosas sólo estén pensadas o creadas para sentirse.

En determinadas ocasiones de mi vida he tenido un nudo a mitad de camino entre el pecho y el estómago que me cortaba la respiración, ahora es como algo intangible que levita, que sube o baja dependiendo del momento del día, que no duele ni aprieta, que controla mis emociones sin permiso.

Luego esta esa otra parte física, no menos importante, la que se apodera de “Mimosín” y le coloca una fusta en la mano (bueno, quizá no tan exagerado). La que hace que no pueda tenerte a menos de 10 centímetros de mi boca, la que más bien desearía que estuvieses a esa distancia, esa sensación de estar con el freno de mano echado y pisando hasta el fondo el acelerador.

1 comentario:

I love her dijo...

me ha encantado esta frase: esa sensación de estar con el freno de mano echado y pisando hasta el fondo el acelerador. Describes muy bien como te sientes. Es una putada. Qué tal en andorra? cómo van las cosas?

Un besito