Hay un día en el que abres los ojos, ese día no pasa como en “Princesas” y resulta ser la ostia, sino que te la metes contra la realidad, así, de golpe y porrazo y sin previo aviso. Ese día, te das cuenta que no quieres ver a la gente que creías necesitabas ver, comes un bocadillo de tortilla francesa en un lugar en el que todavía no sabes muy bien que coño estás haciendo y todo lo que te pasa no significa nada salvo que por fin eres consciente de la mierda en la que te has metido tú solita.
Si llevaban razón los guionistas en que “Es como un desvío, como cuando vas por la carretera y hay un desvío hacia otro sitio. Ese día es lo mismo, y es muy importante, porque puedes elegir por donde va a seguir todo. Por eso tenemos que estar muy atentos”, salvo porque creo que el desvío se me pasó hace algún tiempo y sólo lo siguieron mi amor propio y mi autoestima.
Si llevaban razón los guionistas en que “Es como un desvío, como cuando vas por la carretera y hay un desvío hacia otro sitio. Ese día es lo mismo, y es muy importante, porque puedes elegir por donde va a seguir todo. Por eso tenemos que estar muy atentos”, salvo porque creo que el desvío se me pasó hace algún tiempo y sólo lo siguieron mi amor propio y mi autoestima.
Hay un día en el que abres los ojos y te ves persiguiendo una mentira. No un sueño ni una ilusión, sino una falacia que te habías creado en la cabeza. Ese día, no puedes arremeter contra nadie ni encabronarte con el mundo, porque sabes que la única responsable eres tú y es ahí cuando más te jode... basta con pararse y preguntarse ¿quién te persigue a ti?
Ese día lo único que tienes pegado a tu culo son las verdades que no has querido escuchar durante los últimos meses... y las dejas entrar y alojarse en tus intestinos y en tu cerebro, retenerlas allí el máximo tiempo posible, porque sabes, que a la mínima que te descuides, la quimera que te acecha te hará de nuevo prisionera.
Ese día lo único que tienes pegado a tu culo son las verdades que no has querido escuchar durante los últimos meses... y las dejas entrar y alojarse en tus intestinos y en tu cerebro, retenerlas allí el máximo tiempo posible, porque sabes, que a la mínima que te descuides, la quimera que te acecha te hará de nuevo prisionera.
4 comentarios:
Muy bueno Elenilla, me ha pasado y me pasa eso algunas veces, no te preocupes que no sos la unica.
Besos, seguire fantaseando e inventandome algunos amores que todavia no tengo :)
Hola
Permiteme presentarme soy Victor administrador de un directorio de blogs y webs, visité tu página y está genial, me encantaría contar con tu blog en mi sitio web y así mis visitas puedan visitarlo tambien.
Si estas de acuerdo no dudes en escribirme a vicomarp@gmail.com
Exitos con tu página.
Saludos
Victor.
Elenilla:
Anímate. No sé si las chicas españolas están ciegas. Ánimo, ¿dime una cosa, tienes más de un blogo qué pasa? Un gran saludo.
No, no tengo más de un blog... sólo que a éste le cambié el diseño :) Y lo de las chicas españolas... no sé, lo mismo estoy en el continente equivocado :P
Uno besito
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