
Sus ojos se clavaron en mí nada más sentarme y los míos no pudieron hacer otra cosa que perderse en su mirada y recorrer sutilmente su figura, imaginándola debajo de ese abrigo blanco y preguntándome si ya habría percibido que soy una chica o todavía se lo estaría preguntando.
Apenas eran dos paradas y demasiada distancia entre nosotras como para rozarla, un par de sonrisas y una voz que anunciaba mi destino: “Nuevos Ministerios”.
Me incorporé despacio, todavía perdida en ella, un último gesto de “en otra ocasión” se entreveía en mi cara cuando se levantó detrás de mí. Caminé lentamente hasta las escaleras mecánicas y la sentí justo a mi espalda, con su mano deslizándose debajo de mi camiseta.
De nuevo en la calle éramos dos desconocidas hacia el mismo destino, una llave, una puerta que se abría y un ascensor que fue protagonista de nuestro primer contacto, el impulso de dos lenguas que se encontraban por primera vez y unas manos que empezaban a desabrochar botones, a explorarse en la superficie.
Una vez en casa los labios que dibujaban mi cuello se acercaron al oído entre jadeos con una única palabra: “fóllame”. Arranqué lo que faltaba para desnudar su torso, y me perdí entre sus pantalones hasta llegar al pasillo, una barra y unas esposas que se cerraban en las muñecas, con las piernas rodeando mi cintura y la humedad de su boca en mía.
Me despojé de ella y un pañuelo tapó sus ojos, mi lengua comenzó a lamer su espalda desde la nuca mientras mis dedos jugueteaban con sus pezones, cada vez más duros, el contoneo de dos cuerpos al unísono, el deseo como medio y fin, las ansias de devorar cada milímetro de su piel, de sentir la respiración acelerada con cada caricia, de saborearla, de no dejar ni un solo rincón por descubrir… de sentirme/la dentro, de saberla mojada por la excitación…
¿Alguien quiere continuar? ;)
¿Alguien quiere continuar? ;)
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