viernes, 2 de noviembre de 2007

Puntos suspensivos

Iba a esperar a mañana, a que saliese la luz del día, y quizá, con suerte, verlo todo distinto, pero me he metido en la cama y sólo palabras venían a mi cabeza: tuyas, mías...nuestras. Palabras, probablemente, y a mí pesar, sea lo único que quede de todo esto. ¿Te acuerdas cuando te dije que si nos viésemos luego echaríamos de menos caricias, miradas, momentos...? El olvido es parecido, poco a poco las letras se irán borrando, no pasearé por una calle y diré: "aqui fue nuestro primer beso" o "en este restaurante cenamos cuando hicimos un año"...quieras o no, eso ayuda...y a la vez, duele mucho más porque no ha sido real. Hoy, como dicen en "Princesas" siento nostalgia por algo que no ha pasado.

Me gustaría estar enfadada, y relegarte de mi pensamiento, incluirte en las ex como quien hace una lista de la compra, una herida abierta durante un tiempo y una cicatriz más en un futuro; pero es diferente, porque no consiste en borrar mails, sms, cartas... para mí no han sido sólo palabras, no consiste en que pasen los días y acostumbrarme a no mirar el teléfono esperando noticias tuyas...

Cuando te enamoras la primera vez y se termina, siempre hay alguien que te dice: "eres muy joven", "ya aparecerá otra persona", "eso es porque te espera algo mejor"... y aunque al principio lo niegas por fidelidad al recuerdo, acabas creyendotelo como única salida, para no hundirte en un sentimiento no correspondido, o imposible de realizar por la razón que sea. Pasan los años y las relaciones, y un día echas la vista atrás y no encuentras razón para haber huido aquel día, aprendes que aunque haya cachitos de tu alma repartidos, cruzarte sólo con uno de ellos es el mejor regalo que puede darte la vida, la putada es que no lo valoras hasta que ya es demasiado tarde.

Espero que tu adiós haya sido porque no estás enamorada, y no por miedo, familia, sociedad, no ser el momento adecuado... porque nada de eso importa cuando amas a alguien, y siempre hay una solución mejor que la de renunciar a tu sueño.

Me has hecho volver a creer en el amor; sacarme de esa coraza, en la que ahora, por desgracia, me apegaré de nuevo con más fuerza; volver a creer en mí, recordar quién soy, mis sueños... ojalá se hubiesen hecho realidad a tu lado, porque tú estabas en el centro de todos ellos.

Ya sabías que era una chica hace tres meses... no sé que ha cambiado... y quisiera hacerme a la idea de que todo ha sido mentira, de que has estado jugando conmigo...pero no puedo, y quizá sea una loca estúpida, pero por alguna extraña razón sé que me quieres, y que la ruptura, más que con nosotras tiene que ver con los demás.

Por favor, si es así, vamos a hablar, yo no tengo prisa ni creo que tú tampoco la tengas...
Si mis conclusiones son simplemente producto de mi fantasía, entonces no hay mucho más que hacer.
No te preocupes, de no obtener respuesta desapareceré de tu vida.

Recuerda que las Otras Partes siguen siéndolo más allá del tiempo y la distancia, y seguiré esperándote, porque si no es en esta, en otra vida volveremos a encontrarnos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

PUNTOS SUSPENSIVOS (Joaquín Sabina)

Lo peor del amor, cuando termina,
son las habitaciones ventiladas,
el solo de pijamas con sordina,
la adrenalina en camas separadas.

Lo malo del después son los
despojos
que embalsaman los pájaros del sueño,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole ni dueño.

Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a galeras los archivos.

Lo atroz de la pasión es cuando pasa,
cuando, al punto final de los finales,
no le siguen dos puntos suspensivos .