domingo, 20 de enero de 2008

Las mujeres somos más malas

Siempre se ha dicho que los tíos son unos cabrones y las mujeres, en este caso mayoritariamente heterosexuales, unas desgraciadas con muchas posibilidades de sufrir una protuberante cornamenta en sus cabezas. ¡Mentira!

Está claro que si un hombre no se pilla será infiel, por el instinto reproductor de dejar su semilla como apuntan algunos o porque no son ciegos y es cierto que en ocasiones no piensan con la cabeza, pero quiero lanzar una lanza a favor de ellos en un blog de lesbianas, que ya tiene su aquel. En resumen: si un tío se enamora es un calzonazos.

Nosotras, aunque nos cueste reconocerlo, somos las peligrosas, sintamos o no algo, la naturaleza femenina es retorcida: hoy no le voy a escribir haber como reacciona, ¿qué me habrá querido decir cuando ponía tal cosa o tal otra?, si hoy sale con sus amigos/as ya se enterará cuando yo me vaya de fiesta con las mías y me ponga la minifalda nueva, le voy a hablar de mi ex o de mi compañero/a de trabajo que no deja de mirarme… y un largo etcétera de paranoias mentales.

Queridas herero o bi con novio, ellos son simples y por esa razón debéis escucharles porque simplificarán también vuestras vidas, nunca tienen otro plan escondido ni dicen no cuando quieren decir… venga, sí, pero insísteme un poco más.

Queridas lesbianas, lo nuestro sí que está jodido, dos mujeres dándole vueltas y haciendo sus propias interpretaciones de la realidad a lo que hay que sumar la infidelidad, donde somos más discretas y sabemos la regla básica de no confesar si nos interesa seguir adelante con la relación, pero a la que acudimos cuando “nos falta algo” y no nos gusta admitirlo. ¿Y a la hora de ligar? Sólo hace falta ir a Chueca para saber que a veces somos peores que ellos.

Ahora bien, cuando dos tías se entienden, por muy complicado que sea, tiemblan todos los cimientos.

2 comentarios:

Borja Pascual dijo...

¡Hola! Acabo de caer en este blog de casualidad y debo decirte que te aplaudo por decir algo en contra de cualquier sector reaccionario. Soy hombre, y cuando leo los comentarios de las feministas o las lesbianas feministas (que haberlas, haylas y muchas) siento como si fuera un pecado tener pene. Joder, nací con el cromosoma Y, no es malo.
Además, lo admito: estoy enamorado, soy más simple que el esquema de un palo, soy un calzonazos y me encanta (y soy de natural monógamo, fiel y perruno).
Así que gracias por romper una lanza a nuestro favor. Al fin y al cabo, un hombre es como una lesbiana con conexión analógica y menos capacidad de atención.

Anónimo dijo...

Supongo que será algún tipo de ventaja evolutiva esa maldad tacita que os caracteriza. Yo particularmente nunca he sido un calzonazos pero si tengo amigos de mi genero que viven bajo el yugo de una hembra dominante, mandona y en cierta medida cruel. A mi lo que realmente me gusta es una relación de igualdad, llena de tiras y aflojas donde a veces cedo yo y a veces cede ella. No me gustan las mujeres sumisas y detesto a las marimandonas así que por el momento estoy solo...