sábado, 3 de noviembre de 2007

Verde

Oscuridad, extiendo mis manos y sigues ahí, sólo tú ocupas mi vacío y lo llenas con la presencia de un alma perdida. Abro los ojos, me sumerjo en este profundo abismo que me ofreces, y me entrego por completo, desnuda. ¿Por qué te extrañas entonces de que esta vez sea yo la que te ha venido a buscar?, ¿acaso me abandonas ahora, cuando más te necesito, cuando es nuestra unión lo único que deseo?...

Compleja contradicción la de la vida, que nunca corresponde a tus deseos. Abrázame, hazme sentir tuya, ya he perdido la esperanza de ser de aquella a la que me aferraba cuando querías atraparme con tus garras. Ahora siento tu belleza, de la que tanto presumías y no era capaz de ver. Ámame de nuevo, no me cubras con esta soledad que me desgarra...

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Cuando cogí el teléfono seguía tumbada en el suelo con los ojos cerrados, era la forma de conversar conmigo misma a través de lo que soy en la superficie de este mundo que me rodea. Nos acogemos a la oscuridad cuando la única luz que vemos es la ausencia de claridad, y la salida más fácil resulta ser la contraria, puesto que quien ama la vida no es capaz de renunciar al mañana. Siempre queda una esperanza oculta allí donde no podemos dirigir nuestra mirada, y nos sumimos a nuestro pequeño, en ese momento, espacio.

Mis dedos se deslizaron por las teclas y dudaron en responder... Sabía que era ella, que sería la última vez que podría tenerla cerca, y que nosotras, como en muchas otras ocasiones, volvíamos a depender de mí. Sólo escuché su respiración, suave, sé que esperaba una simple palabra para hacer desaparecer la distancia que había marcado nuestra historia, un breve indicio de que ambas seguíamos ahí, que no había acabado... En los dos interminables minutos que duró la llamada no fui capaz de articular nada salvo silencio, un silencio material, porque yo no había parado de hablar con ella, de preguntarle, de dedicarle cada segundo, cada sílaba, todo lo que empecé a ser sin su presencia y lo que dejé de ser... jamás me escuchó. Quizá porque no dejé salir mi voz a gritos sino un leve susurro, ese que únicamente llega a nosotros mismos cuando su destinatario siempre es otro.

Si encuentras sin buscar tus sueños, te aferras con tanta fuerza que los dejas escapar. Todas mis relaciones anteriores resultaron ser demasiado reales, y el dolor tras las sucesivas rupturas fue lo suficientemente físico como para que se evaporasen en una nueva nube de esperanza a lo venidero. El amor platónico se convirtió en la mayor plenitud de mi alma, el que ha llenado mis días y el que ha terminado con ellos.

Cuando Julia apareció, espíritu y cuerpo se unieron, y por primera y última vez me encontré. Todos andamos un poco perdidos, echamos en falta algo que no tenemos pero que necesitamos que nos pertenezca. Nunca hubo tanto entre mis brazos, y lo más sorprendente es que era real, nos entregamos por completo y nos fuimos descubriendo poco a poco, sin dejar nada por recorrer. Cada rincón era explorado milímetro a milímetro, y quizá ahí estuvo el fallo, no supimos crear un tú y yo juntas, sino un yo. La falta de mí me hizo volver a perderme con el tiempo. No se si para bien o para mal mi eternidad sigue siendo suya, porque ha sido ella la que me ha enseñado a amar y la que se ha llevado lo que soy. No renunciaría a ninguno de los momentos compartidos pero ahora me asusta el futuro, se desprende de mí una gran inseguridad a la que no había dejado cabida antes, y lo que más duele es saber que la realidad se vuelve a separar de la magia.

Pero sigamos... no vale la pena lamentarse de lo que sucedió sin suceder.

La relación dio la vuelta cuando empezó a ir hacia delante demasiadodeprisa y dejamos atrás la salida de emergencia. Tenía tan claro hacia donde iba el mañana que tuve miedo a afrontarlo. Tan solo tenía 18 años como para asegurarme un destino único, así que escapé. La excusa era perfecta, además venía apoyada porque ella era consciente de que desde hace años quería realizar mis estudios en Madrid. Julia trabajaba para su padre, estaba atada a una ciudad que odiaba, esperando una oportunidad lejos de allí, una oportunidad que nunca llegaba, porque no era capaz de enfrentarse a una familia que todavía no aceptaba su homosexualidad. Podría haberme quedado y no poner 600km de por medio, y si me lo hubiese pedido lo habría hecho sin dudar, pero creo que fue entonces cuando pensamos que de estar juntas el futuro ya estaba
decidido.

Al llegar reforcé mis sentimientos hacia Julia, y me abracé a ella en la distancia. Estaba preparada para todo menos para Victoria y eso me descolocó por completo,hasta entonces nadie había conseguido que mi relación reclinase, como las anteriores, a la tierra; que mi espíritu se volviese a desprender de mi piel y se pasease por el mundo de los sueños y de los “imposibles”. Nuestra especie no está preparada para un doble sujeto, lo identificamos en numerosas ocasiones y renunciamos a él o nos convertimos en él. Somos demasiado terrenales para comprendernos, y si ya nos asusta nuestra propia naturaleza, qué decir de la que desconocemos. La materia nos da seguridad y la adoramos en exceso, nos impide ser. Si dejásemos en libertad lo que somos seríamos un poquito más felices, aunque la felicidad es tan relativa que mi casi nula experiencia me impide profundizar más en ella. Eso sí, para descubrir la verdadera esencia de sentirse humano hay que dejar que no sólo sean nuestros ojos los que lloren, ni nuestra boca la que sonría. Somos partes de un todo, y al contrario de lo que se piensa, vamos perdiendo piezas y encajando las restantes.

Todavía me pregunto que habría pasado si Victoria no hubiese tenido esos ojos verdes, si detrás de todas esas curvas que formaban su figura no tuviese oculto tanto misterio, tanto encanto, si no fuese magia. Y sobre todo si no hubiese sido imposible, al menos en esta realidad que tanto me cuesta sobrellevar. Era tan diferente a Julia... y me quedaba tanto por conocer de su mundo que me perdí en cada uno de sus movimientos y en cada una de sus palabras, me enamoré de un ideal inalcanzable. Sigo viendo su imagen entre líneas. Y es ahora cuando me doy cuenta: quería a Julia y estaba enamorada de Victoria.

Me enseñó a escuchar mi corazón, que sólo hablaba ante ella, y sobre todo me enseño a soñar y a sentir sin tocar, sin ni tan siquiera rozar el aire que respiraba.

Cada noche esperaba sobre la cama que atravesara la puerta de la realidad, cualquier paso que escuchaba parecía provenir de ella, me acomodaba sobre el colchón, cogía un libro y simulaba estar leyendo. No quería que descubriese ese deseo, sobre todo porque yo lo rechazaba en innumerables ocasiones, aceptarlo sin más supondría traicionar a Julia y traicionarme a mi. Ir en contra de los principios impuestos por una sociedad incapaz de anhelar, pero de la cual me resultaba imposible escapar. Al final todos mis sentidos volvían a dedicarse al pequeño espacio que separaba el pasillo de mi habitación, el imposible del sueño.

Había estado lloviendo toda la tarde, el olor a tierra mojada invadía la atmósfera y aunque el viento golpease en ligeras ráfaga la cortina, me sentía incapaz de cerrar la ventana, era la única abertura por donde dejar escapar esos pensamientos que tanto pesaban sobre mí. Ni siquiera me di cuenta de que el pomo se estaba moviendo hasta que la puerta comenzó a abrirse dejando tras de sí una mínima hendidura y unosgrandes ojos verdes que miraban curiosos todo lo que me rodeaba. Me incorporé despacio. En aquel momento me asustaba tanto la idea de un paso hacia delante como el de uno hacia atrás. Para mi sorpresa Victoria cruzó ese espacio que nos separaba, echó el pestillo y cerró la ventana; no tenía escapatoria ni deseaba tenerla.

Mis manos se pasearon por su cintura y se asentaron allí para siempre. Para mí no era sólo un cuerpo, significaba un deseo hacia su ser, una pasión guiada por el alma. Sentí el calor de su piel junto a la mía, cada átomo deslizándose entre mis dedos; dibujé sus labios con mi lengua y su silueta con mis besos. Sabía que no volvería a pasar y me entregué por completo. Con su adiós arrastraría una parte de mí que se perdería entre las sombras de su recuerdo.

Aun siento su aroma desvanecerse por mi cuarto. Nunca volví a tenerla tan cerca y nunca le comenté nada de lo que sucedió ese día. Cuando dejas libre tu espíritu se sumerge en las mayores vivencias de tu existencia y realiza todo aquello que no te atreves a hacer despierta, es en lo que llamamos “imaginación” donde me uní a Victoria, donde me hice suya y la hice mía sin que ella jamás lo percibiese, sin que se estremeciese ante los demás,sólo y únicamente ante mis sueños. Pero para mí no deja de ser tan real como lo que consideramos como tal. Atravesé el límite de mi naturaleza y gocé durante unos minutos de auténtica libertad.

Me sentí libre para dejar de serlo. Atada a una infidelidad que, sin existir, no era capaz de controlar, porque Julia seguía en mi y fue testigo sin estar presente. Le había fallado, a ella y a lo que de mí conocía; al menos, así me hacía sentir cada vez que un te quiero salía de su boca. Pero al caer el día mi espíritu le arrebataba el protagonismo a la realidad, que se iba desvaneciendo entre mis sueños para volver a resurgir al llegar la mañana.

Mi relación se enfriaba por momentos, aun queriéndole como lo hacía no era capaz de seguir luchando por salvarla, mi doble yo se peleaba por salir adelante, uno sin el otro. De nuevo el egoísmo que nos caracteriza se apoderaba de mí, y perdida como me encontraba, tambaleaba entre querer y amar; verbos ,que pese a haberlos considerado unidos, fueron mostrando sus diferencias mientras luchaban por intereses contrapuestos. Sólo el vacío me acompañaba e incapaz de entregarme a él me abandoné días antes de hacer lo propio con Julia. Era injusto estar con alguien por no haber alcanzado tus sueños en este mundo, esa era mi excusa. El problema es que sí los había alcanzado, que Victoria no los compartiese conmigo ante los ojos ajenos que nos rodean no significaba que no la amase, que no estuviese entre mis brazos por unos instantes que permanecerían eternamente junto a los sentimientos por quién dejé escapar a cientos de kilómetros.

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Oscuridad, vuelvo a ti puesto que ambas siguen conmigo, déjame perderme en ti y dejar de ser para unirme a tu silencio. He renunciado a lo que soy, no puedo vivir sólo del aire, pero lo necesito para seguir adelante. Dame una solución, yo no me basto para encontrarla...

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En los primeros minutos en los que Julia desapareció de mi lado se llevó consigo la carga que yo no había sido capaz de levantar días antes, y esa sensación contradictoria de cansancio y descanso tras haber dejado caer un gran sobrepeso se convirtió en ausencia, en un vacío mayor que en el que ya estaba sumida; en un continuo echar de menos, en una falta con la que no me era posible avanzar. Volví a rozar con los dedos una soledad que me parecía perpetua y ante la que no podía luchar. ¿Había renunciado a la mujer de mi vida por una ilusión? La pregunta me taladraba, me empujaba hacia un abismo sin respuesta posible; me había tirado y no existía la marcha atrás.

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Si supiésemos lo que nos deparará el mañana las decisiones vendrían dadas, no habría cabida a la confusión, al fracaso ni a los equívocos, pero dejaríamos de dudar y por tanto de vivir. El miedo siempre tiene la última palabra.

Y ahora tomado el camino me siento a descansar tarde, debería haberlo hecho ante la puerta y no cuando ya se ha cerrado a mi espalda. Se vuelve a desplegar frente a mí una nueva avenida, una última salida donde no existen las dificultades: el camino de los cobardes, pero ante él nada es tan fácil. Si Victoria tiró de mi alma ahora soy yo la que se apropia de lo que me pertenece. Nunca me gustaron los grandes espectáculos y menos conmigo de protagonista. He decidido terminar con el sueño soñando, los barbitúricos comienzan a hacer efecto.

Los primeros rayos de sol golpean mi cara, hoy es un nuevo día, entreabro los ojos y allí está ella, justo a mi izquierda, respirando suavemente sobre mi oído. La verdadera belleza se aprecia mirando a una persona que duerme. Le acaricio la mejilla y vuelvo a extender mi brazo sobre ella y abrazarla, me acoplo a su cuerpo. Intento volver a conciliar el sueño pero me resulta imposible, se me escapa una breve sonrisa mientras una lágrima cae. Cada despertar sigue siendo para mí una nueva despedida. Sí, estoy muerta y soy una asesina, no puedo evitar sonreír. He matado una parte de mí, ha desaparecido aquella mirada que se escondía tras la entrada a mi cuarto. Imaginación, fantasía, realidad... ¿qué importa? Siento el calor de su piel pegada a la mía. La parte de alma que Victoria no se ha llevado es toda suya, y me duele no dársela entera, a cambio le entrego ese órgano materializado en cursilería barata que llamamos corazón. Es sólo un plano el que deja verse, el otro es únicamente oscuridad.

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He perdido ante quien lea esta historia. ¿Pero ante que parte de su realidad? Pocos son los que se atreven a soñar, ellos tienen la verdadera esencia de ser, les lleva a una categoría superior que admiraré profundamente, porque ahí reside el valor, o tal vez no. Y mi voz todavía resuena a lo lejos: Oscuridad!

1 comentario:

Tu Admiradora dijo...

Como una luz te encontre allí sentada en aquel Restaurante esperando a aquella persona que habías llamado para entrevistar..

Allí comenzo todo, cuando tú decidiste aventurarte a firmar aquel contrato. Esa mirada, mirada penetrante que ponias sin perder detalle de lo que yo estaba diciendo.

Pasaban los días y tú y yo íbamos cogiendo más confianza, íbamos acercandonos mucho más. Tu tenías novio, pero se notaba que no eras feliz, tu vida se había estancado en aquel hombre que no te dejaba hacer nada. Aquel hombre que te prohibio quedar conmigo,aunque con muy poco éxito. Cada dia necesitabamos más estar juntas, cada dia nuestras miradas se cruzaban con más asiduidad. Pero aún tu seguias con él y yo ya estaba perdiendo la esperanza. Nunca olvidaré el dia antes de irme a mi ciudad a pasar aquellas navidades, cuando me llamaste para ver una peli, y entre un susurro de:mi novio esta trabajando.. Supe que ese dia íbamos a querer acabar con todas esas dudas de nuestras cabezas. Si era verdad todas esas cosas que sentiamos, y si tu por fin saldrias del armario de una vez.

Pero no fue ese dia, nos pusimos a ver Frida, gran pelicula, ella me llevo a verla a su cama, cama que me hubiera encantado aquel dia probar contigo, pero que tuvo que esperar.. Sé que tú tenias ganas, sé que yo las tenia, pero aquello fue lo mejor. Dejar la intriga para la vuelta de Navidad y saber si aquello algun dia pasaria o aquel tren habia pasado y nunca podriamos cogerlo.

Yo volví,y ahí estabas tu, esperando a que tu gran amiga del trabajo volviera, para al menos tener algo interesante que hacer cada dia. Fue entonces cuando te invite a pasar fin de año con nosotros, pero tu por tu novio, respondiste que no. Pasó la noche y parte del día,yo seguia de fiesta y lo único que me apetecia era ver a mi pequeña saltamontes. Verte a ti, que me miraras con esa cara de inocencia,mientras me hablabas. Te tocaba trabajar conmigo, pero yo llame a pedir cambio, porque obvio fue que al estar de fiesta no se podia trabajar. Pero cuando no pude más allí fui al trabajo,te encontre apoyada en una mesa,con tu camisa negra tan sexy y ví como tu cara se iluminaba cuando me vio aparecer por la puerta.Quizás estabas pensando en aquello, quizás no, pero yo necesitaba de ti. Cuando aparecí me subiste a la oficina para hablar, y te echaste a llorar diciendo que no eras feliz, que tu vida se habia convertido en sedentaria y aburrida. Yo te abrece con todas mis fuerzas y te pedí que lucharas por tu felicidad. Pero otra vez nos despediamos, sin decirnos ninguna de las dos nuestros sentimientos.

A los 15 días de estos, yo estaba haciendo mis trabajos para la universidad, cuando el movil suena, para sorpresa mia eras tu con un mensaje: Hoy soñé contigo.. Mi corazón palpitaba deprisa, dudas me venian a la cabeza, no sabia como pillar aquel mensaje.. Entre mensajes quedamos en vernos ese día un rato y al dia siguiente a ir al cine para ver si aquello que sentiamos, también se transmitia por los besos. Ese lunes estaba nerviosa, tenia la extraña sensación que me estaba volviendo loca.. Tu eras mi jefa, tenias novio y eras 6 años mayor que yo. Pensaba porq se fijará en mi? Deberia liarme con ella? Y si sólo es por probar cuando a yo la quiero? Pero deje atrás todas estas preguntas y me decidí a salir de aquella casa que habia estado aguantando todos mis sentimientos por tí.Parecía como que me echaba de allí porque tú te convertirias en una persona importante en mi vida. Y así fue.. Fui a buscarte al trabajo, y allí estabas tu con la mala noticia que una compi se venia con su madre. Yo pensé esta se ha hechado atrás. Pero cuando nos sentamos en la sala, con las luces apagadas, y note aquella mano que me acariciaba con dulzura y con ganas de muchas cosas más me dí cuenta que todo habia salido así por casualidad. Allí estabamos viendo una peli que ni nos gustaba, pero con las bragas mojadas de aquellas caricias entre nuestras manos. Aquellas manos que no podian separarse, que al tocarse sentian como esa mariposa que te recorre todo el cuerpo. Una vez terminado el cine y despedida con las compis de la peli. Me invitaste a tu casa, y allí fui, entre miedo a saltar al vacio con todas esas sensaciones que me habias hecho sentir solo con nuestras manos. Con vergüenza las dos y sin saber cual de las dos lanzarse a dar aquel primer beso, tu comenzaste a tocarme mi cuerpo,a recorrer con tu mano mis pechos.. Y yo mojada, me levante y te dije: voy al baño... Cuando me levante de aquel sillón sabia que era el momento de besarte o ya no abria otro tren que pasaría, y asi lo hice.. Te besé aquel beso inocente te hizo querer descubrir mucho más lo que podia dar de si la unión de nuestras lenguas. Cuando volví del baño, aquella fogosidad que teniamos fue imparable... Pero tu novio volvia de trabajar y tuve que irme, tu me llevaste a la puerta de mi casa y te despediste con un: mi novio se va el sabado a NY porq no vienes a pasar todos esos dias conmigo a casa? Yo sin pensarlo, te dije que si,como decir que no, aquellos ojos que me decian me encantas sin ni si quiera decir una palabra...

(Perdona por escribir tanto,quizas esta historia ni si quiera le importe a nadie, pero tenia ganas de recordar a aquella persona que fue tan importante en mi vida durante algun tiempo de mi vida,ahora lo es pero a otro nivel..Asiq ya paro y si a alguien le interesa como sigue todo esto pues solo teneis que pedirme que escriba como fue aquel finde y que paso con su novio y conmigo..)

Un saludo y gracias a la gente que lo lea, hoy me hacia falta sacar esto. Te he leido tanto durante tantos meses que me has hecho recapacitar sobre todas las cosas que he sentido en mi vida.