miércoles, 20 de febrero de 2008

Una familia normal

“Los hijos tienen derecho a un padre y a una madre, no a dos madres o a dos padres. No hace falta ser especialista: el sentido común así lo dice. El hombre y la mujer son complementarios entre sí. Dos hombres o dos mujeres no”, “Es el ambiente homosexual el que perjudica a los menores y el que aumenta sensiblemente el riesgo de que estos también lo sean”, “Una formación integral es imposible que se la de un progenitor homosexual”, son algunas de las declaraciones del titular del Juzgado de Primera Instancia número 9 de Murcia, Fernando Ferrín Calamita, que acaba de ser suspendido de forma cautelar por el Consejo General del Poder Judicial.

¿Los motivos a parte de esta ristra de estupideces? Impedir adoptar a una mujer a la hija de su compañera sentimental por no considerarlo un prototipo de familia “normal”.

Por desgracia es la opinión de muchos, así que intentaré desarticular los supuestos “razonamientos” lógicos que llevan a una parte de la población a pensar así sobre el derecho de que los gays y las lesbianas tengan hijos, unas palabras que utilicé no hace mucho con mi abuela logrando convencerla, no así con mi amiga Mari Carmen que sigue pensando que lo mío es una “malformación en el feto al quinto mes de embarazo”.

- La necesidad de dos referentes.
¿Padre y madre? ¿Las madres o padres solteros no pueden tener hijos? ¿Deberíamos quitárselos tanto si enviudan como si es por propia decisión? Está claro que cuanto más referentes tenga un niño podrá descubrir nuevas alternativas a la hora de tomar decisiones, pero estas figuras pueden venir de mano de los abuelos, los profesores, el tío Pepe o su madre Juani y Adela, por poner un ejemplo.

- Los hijos de padres homosexuales serán homosexuales.
Si fuese así no habría gays en el mundo. Mis padres eran heterosexuales y la mayoría de los que criaron a los actuales homo, hombres y mujeres del mundo, también, por lo que por esta lógica aplastante y ya que tuvimos, como es mi caso, una educación completamente hetero lo suyo es que nosotros también lo fuésemos, ¿no?

- Marginalidad en las aulas.
Estamos en una sociedad en la que ir al colegio supone encontrarse con una diversidad de culturas y razas, hijos de madres solteras, de padres divorciados, de mujeres o hombres maltratadas/os, de familias divididas geográficamente por no disponer de los recursos económicos suficientes, de adolescentes, de casi menopausicas, adoptados… ¿tan diferente se va a sentir?

Y que conste que ya no hago referencia al cariño que puede recibir o similares porque lo considero más que evidente, pero en quien debemos pensar es en los pequeños, es decir, si una pareja de lesbianas antiguamente eran madres y criaban a una niña durante 13 años, supongamos que la que dio a luz y por tanto, madre legal de la criatura, tiene un accidente de tráfico y pierde la vida. Esa niña pasaría a manos de pongamos sus abuelos, que quizá, nunca vieron bien la relación de su hija y prohíben a la pareja de ésta volver a verla… ¿entonces qué? ¿pensamos realmente en el bien de los niños?

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