martes, 29 de septiembre de 2009

Lo que se dice y lo que no

Hay sentimientos que parece que no adquieren importancia, incluso me atrevería a decir que dramatismo, hasta que no se dicen en alto. Alguien aparece en tu vida, de la nada, como las cosas que realmente merecen la pena. Sin búsquedas, dependencias o desesperaciones. No supone un acontecimiento especial ni el corazón te da un vuelco, aunque luego no dejarás de evocar ese primer día en el que todo cambió sin darte cuenta.

Es curioso como después de haberte cruzado con una persona ¿cuántas? ¿Diez, veinte… cien veces? y haberla ignorado involuntariamente, te sorprendes mirándola y quizá buceando en tu memoria de pez intentando enfocarla en algún rincón de tu pasado… pero nada, allí no está, aunque sabes que sí, que os habéis visto sin veros en un número indefinido de ocasiones.

Y de escrutarla y estudiarla pasas a escucharla. Descubres que no sólo tiene cosas interesantes que decir sino que sin saber cómo te sorprendes a ti misma embelesada, siguiendo sus palabras como una melodía rítmica, hipnótica. Entonces te lo niegas una y otra vez, pero ante su presencia te empiezas a sentir pequeña. Te conviertes en Pepita Pulgarcita tirando del bajo de su pantalón y diciendo: “Eh! Estoy aquí! ¿Por qué no me ves como yo a ti? ¿Por qué no me oyes?”

Quizá lo haga. Quizá mañana… pero… bah, es una tontería. Mejor me olvido de todo. Esto no existe. Vuelvo a ser Juan Palomo (yo me lo guiso yo me lo como). Me gusta lo complicado, lo imposible, aquello que como no se puede cumplir no te puede desilusionar, dañar, destrozar… ¿entonces? ¿me gusta? Y llega ese fatídico día en el que te ves llamando a una amiga por teléfono y diciendo, escuchando por fin de tu boca lo que no querías oír cuando tu pulso se aceleraba y se mezclaba con el hormigueo de tus manos, tu risa estúpida, tu cabeza funcionando a toda máquina y de nuevo los latidos apoderándose de todo: “He conocido a alguien…”

Entonces, sólo entonces, tomas conciencia y vuelves a traer a tu recuerdo ese primer momento en el que dejó de serte indiferente y sonríes. Un segundo después ya estás precipitándote hacia el vacío. Puede que por eso, los deseos, no deban compartirse con nadie salvo con uno mismo.

5 comentarios:

Gema Cuéllar dijo...

si compartes tus deseos con el mundo, éste te ayuda a conseguirlos :)

un besito!

I love her dijo...

Hola María, no sé si te acordarás de mi. Soy I Love Her, del blog de http://jelaimetrop.blogspot.com Hace mucho que no hablamos porque dejé de escribir. Quizás te interese mi nueva entrada en el blog. Sólo quería darte las gracias por haber estado ahí, leyéndome, cuando realmente lo necesitaba.
Espero que no perdamos más el contacto.

Gracias

I love her dijo...

maría no, elena, joder que estoy atontada. perdona

Alma dijo...

Felicidades por tu blog, tiene aire fresco.
Y I love her me hizo reír, supongo que recordaba el debate medieval de Elena y María, je, je.

Anónimo dijo...

[url=http://bariossetos.net/][img]http://bariossetos.net/img-add/euro2.jpg[/img][/url]
[b]educational software reseller, [url=http://bariossetos.net/]buy pocket pc software[/url]
[url=http://hopresovees.net/][/url] buy cheap adobe software academic software licenses
autocad class minneapolis [url=http://vonmertoes.net/]software reseller business[/url] kaspersky 8.0 updates
[url=http://bariossetos.net/]free software for adobe[/url] shop foreman pro software
[url=http://vonmertoes.net/]personal finance software canada[/url] adobe graphic software
cheapest student software [url=http://vonmertoes.net/]office use software[/b]