viernes, 28 de marzo de 2008

Salir del armario VII

Primeras seis partes de la historia.

Después de subir y bajar por mitad del campo unas cuantas veces, con caída incluida, me acerqué al montículo de cemento que nunca supe si pretendía haber sido un escenario y le dije a aquellos ojos azules en los que me perdía cada fin de semana y durante mis clases de inglés que me gustaba.

Ella me abrazó, imagino que duraría unos segundos, pero para mí fueron horas y supongo que perdería la consciencia con la emoción y el alcohol porque sólo recuerdo abrir los ojos la mañana del domingo cuando una sensación de pánico comenzó a recorrerme la garganta para alojarse en el estómago.

Un sentimiento que me acompaña desde entonces cada vez que me levanto con resaca, la estúpida idea (a veces no tanto) de que hice algo malo la noche anterior, una ansiedad que me lleva a repasar cada momento desde el primer cubata y que persiste durante todo el día aunque sepa que no pasó nada.

La diferencia es que en esa ocasión sí sucedió, es como si pese a que mis amigas lo supiesen el hecho de habérselo confesado a la razón de mi nueva condición sexual me convirtiese en lesbiana de repente, algo para lo que no sabía si estaba preparada después de tantos años y ante lo que sólo se me ocurría una solución: “estaba borracha, no sabía lo que decía”

Una frase que llegó tarde porque ella ya se lo había contado a sus compañeras de instituto y a partir de aquí todo fue en cadena, la gente de mi edad me miraba y señalaba con el dedo, al principio creía que me estaba volviendo loca y todo era producto de mi imaginación, pero empezaron las llamadas de conocidas (las más valientes, eso sí) para preguntarme si lo que habían oído era cierto. El mundo se había enterado antes que yo de mi lesbianismo, o al menos se habían enfrentado a él y lo habían reconocido como tal.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Aún recuerdo ese día como si fuera ayer....
Ali

Anónimo dijo...

Me paso algo muy similar, de hecho pensé: "cuando publique esto" jejejeje.... no, de verdad me sentí muy identificada...uufff...que días aquellos, aunque me gustaría volver a vivirlos y enfrentarlos con más valentía.
Saludos

elenilla69 dijo...

eres dabuti troni

elenilla69 dijo...

no en serio molas carambolas

elenilla69 dijo...

holi panoli, yo no soy la que soy, sino su excompi de piso. elena 2. me gusta el color blanco, pero tambien el negro y el gris mucho mas. y una cama recien hecha pero tambien deshacerla con mucho primor. ya, si?? os queda claro. no quiero que asociéis a la "grande" en todo esto. Yo soy asi, pero ella es....

Anónimo dijo...

Hola Elena

Tengo un desorden temporal en la cabeza. He estado revisando tus textos desde la última vez que te escribí y tengo la idea de haber leído algunos de ellos antes de haber escrito. En fin, quizás solo es una confusión mental mía.

La salida del closet ¿se refiere a un reconocimiento social o personal de la condición sexual elegida? ¿A la primera exteriorización concreta de la condición sexual? ¿Se puede clasificar como una elección o crees que siempre sea una cuestión a priori?

Lo pregunto por que al parecer para la mayoría resulta ser una especie de crisis negativa. Un amigo una vez me confeso con una cara de angustia terrible que se había cuestionado su sexualidad. Se que puede ser una angustia pues estamos en una cultura que te obliga a vivir dentro de sus patrones y si los desafías debes pagarlo caro. Pero
¿Que pasa si no hay crisis? si ni siquiera debes asumirlo por que nunca asumiste lo contrario. ¿Crees que si no hay proceso o crisis, sea una especie de falacia?

Alguna ves un amigo me contó una teoría que hablaba sobre que la mayoría de las personas eran bisexuales, y solo una minoría optaba o por la homosexualidad o por la heterosexualidad, lo cual me pareció tan lucido que no cuestione la procedencia. Hace poco si no mal no recuerdo vi un porcentaje al respecto en tu blog y recordé la teoría de mi amigo (¿sabes de donde proviene esto?). Bueno al respecto de esto mismo, una vez leí una frase de mi escritora favorita Simone de Beauvoir, donde ella consideraba (no es textual, lo recuerdo así) que la homosexualidad era tan limitante como la heterosexualidad. ¿Qué opinas?, lo pregunto por que también puede parecer lucido, pero respecto de cómo se vive es distinto y puede generar otro tipo de consideraciones.

Hago todas estas preguntas respecto de tus opiniones, por que en muchas ocasiones he notado que la homosexualidad decidida( es decir no considerada como natural o a priori) es bastante cuestionada por los homosexuales, así también como la bisexualidad generalmente vista como falta de decisión y también como opción poco confiable. Para un homófobico no hay nada más aberrante peor aun que un homosexual un bisexual.

Se habla tan poco y hay tan pocas personas dispuestas a conversarlo, incluso cuando haces este tipo de preguntas a homosexuales abanderizados se molestan un poco, lo toman casi como una transgresor a una condición sagrada. Lo cual creo ayuda muy poco a la desmitificación del tema.

Se que es bastante extenso, pero escribirlo por partes no ayudaría a la comprensión de el contexto de las preguntas. Lo escribo aprovechando este espacio (jijiji aprovechando tu espacio). Pues pueden opinar más personas.

Besos!!!
Karen