Pedir perdón

Se supone que en el amor nunca debes decir lo siento, aunque nunca he entendido el por qué. Si fuésemos perfectas y enamorarnos no nos volviese un poco locas comprendería las razones, pero creo que cometemos errores, hacemos estupideces sin sentido o en determinados momentos nuestras palabras pueden herir a quien queremos, sea el tipo de relación que sea.

En este caso me disculpo por mi ausencia, por no mantener actualizado el blog como debería, por haber dejado preguntas sin respuestas en los últimos meses y en los siguientes, ya que al fin y al cabo mi pequeño espacio en la red trata sobre eso: una forma de vida, una forma de sentir, una esperanza o sueños que no se cumplen y del que todas formáis parte.

Mi profundidad para explicar que estoy de exámenes y que en julio volveré a dedicarme a escribir se debe a mi síndrome premenstrual, sé que hay quienes se ofenden cuando ante una reacción no esperada alguien pregunta ¿estás con la regla? cuando a la mayoría de las mujeres que he conocido les afecta y yo no iba a ser menos.

Volver a daros las gracias por seguir ahí y pediros un poco de paciencia para ver si con suerte me licencio de una vez por todas. Animaros a que, ya que por el momento estaré desaparecida, me mandéis vuestros pensamientos, curiosidades, anécdotas… todo lo que queráis compartir y hacerle llegar al resto. Prometo que cuando salga de esta espiral de apuntes me encontraréis de nuevo.

Aun así, si alguna es fan de The L Word y quiere seguir sabiendo de mí y sobre todo de lo que nos espera en la Sexta Temporada de la serie podéis mientras echarle un vistazo a: soy.bluebbva.com/archivos/the-l-word/ Eso sí, intentaré daros señales de vida en cuanto tenga un hueco.

Besitos múltiples.