jueves, 2 de abril de 2009

Las servidoras de las musas. Roles y estereotipos de las mujeres homosexuales en Chueca (III)

Introducción
Unos cuantos "por qué" generales

Unos cuantos “por qué” sobre la homosexualidad femenina

Durante siglos las mujeres homosexuales han sido inexistentes, invisibles, tanto es así que cuando se declaró ilegal la homosexualidad en Inglaterra (1885), el lesbianismo no fue perseguido porque la Reina Victoria no concebía la idea de que existiesen dos mujeres que se atrajeran mutuamente. Las mujeres podían ser adúlteras o prostitutas, pero no lesbianas.

Las primeras investigaciones al respecto se realizaban en centros de psicoterapia, ya que se daba por hecho que era una forma anormal de adaptación y era más fácil acceder a ellas en las clínicas, por lo que no es de extrañar que encontrasen trastornos de personalidad en dichos sujetos (Hyde, 1995, p.314). Tampoco debemos olvidar que no ha sido hasta 1973 cuando la American Psychiatric Association decidió eliminar la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, pese a que en 1954, Evelyn Hooker ya había demostrado que los síntomas psicopatológicos de los homosexuales eran producto de la discriminación social (Viñuales, 2006, p.41), así que no estamos hablando de épocas ancestrales.

Freud (Nava, Pedreguera y Torres, 2006) opinaba que todos somos bisexuales, sin embargo, una de sus explicaciones sobre el origen de la homosexualidad se basaba en una patología en el desarrollo de la sexualidad femenina por la que la mujer en cuestión envidiaba el pene paterno, o incluso porque consideraba a la madre como un ser débil en relación al padre. Esta y otras teorías, como la de Charlotte Wolff (cit. en Hyde, 1995, p.316), para la que las lesbianas procedían de familias con padres ausentes y/o buscaban la igualdad con el hombre para así conseguir el amor de sus madres, contribuyeron a confundir el género con la sexualidad, universalizando la idea de la mujer gay como tendiente a la masculinidad.

Bibliografía

Imagen: Flickr by González-Alba. Some rights reserved.

No hay comentarios: